«Arcángel Uriel llena mi espíritu con tu rayo dorado de sabiduría y paz, para recibir las bendiciones De Dios»
¡Feliz sábado! Hoy con la ayuda del Arcángel Uriel vamos a recibir La Luz divina para transformarnos en un imán de abundancia.
Les recuerdo que la próxima luna llena en el hemisferio norte es el jueves 15 de agosto y con ella terminamos el ritual de abundancia.
Todos los días seguimos invocando la energía de los arcángeles y rezando el salmo 65 porque ¡con Dios nada es imposible!
Ritual de Abundancia (última semana)
1) Preparación
Elevo mi voz para que los arcángeles escuchen mi llamado y vengan en mi ayuda: Miguel, Gabriel, Kamael, Rafael, Haniel, Zadkiel, y Uriel les doy la bienvenida y acepto su guía y su luz.
Miguel con tu luz azul dame la fuerza y el valor para tener los resultados positivos en todo lo que hago, corta los lazos que me impiden salir adelante.
Gabriel con tu luz infinita llena mi vida de sabiduría, generosidad y orden.
Kamael con tu energía muéstrame la verdad y el camino que tengo que recorrer para servir mi propósito.
Rafael haz que tu rayo de sanación me cubra en salud y abundancia, hazme justo y confiable.
Haniel que tu luz plateada encienda mi corazón y expande mi amor en lo personal y espiritual.
Zadkiel que tu energía transforme mis miedos y resentimientos en alegría y tolerancia.
Uriel llena mi espíritu con tu rayo dorado de sabiduría y paz.
2) Atención
Aquí enfocamos nuestra mente para cambiar y manifestar abundancia.
Rezar 1 Padre Nuestro y al terminar decir en voz alta:
Yo soy luz divina, yo soy amor, yo soy paz y abundancia. Porque soy creación de Dios nada es imposible.
3) Petición
Rezar 1 Padre Nuestro y decir en voz alta lo que deseamos manifestar.
4) Gloria a Dios: Con todo nuestro amor y fe en Dios rezamos:
Al terminar de rezar el Salmo 65 decir en voz alta y con mucho amor:
La Luz de Dios está en mi corazón y manifiesto (decir en voz alta lo que deseamos manifestar)
SALMO 65
A ti, oh Dios, te corresponde un canto de alabanza en Sión, y todos tienen que cumplir sus votos, 3 porque tú escuchas las plegarias. A ti acuden todos los hombres 4 bajo el peso de sus culpas; nuestras faltas nos abruman, pero tú las perdonas. 5 Feliz el que tú eliges y atraes para que viva en tus atrios: ¡que nos saciemos con los bienes de tu Casa, con los dones sagrados de tu Templo! 6 Por tu justicia, Dios, salvador nuestro, nos respondes con obras admirables: tú eres la esperanza de los confines de la tierra y de las islas más remotas. 7 Tú afianzas las montañas con tu poder, revestido de fortaleza; 8 acallas el rugido de los mares, el estruendo de las olas y el tumulto de los pueblos. 9 Los que habitan en las tierras más lejanas temen tus obras prodigiosas; tú haces que canten de alegría el oriente y el occidente. 10 Visitas la tierra, la haces fértil y la colmas de riquezas; los canales de Dios desbordan de agua, y así preparas sus trigales: 11 riegas los surcos de la tierra, emparejas sus terrones; la ablandas con aguaceros y bendices sus brotes. 12 Tú coronas el año con tus bienes, y a tu paso rebosa la abundancia; 13 rebosan los pastos del desierto y las colinas se ciñen de alegría. 14 Las praderas se cubren de rebaños y los valles se revisten de trigo: todos ellos aclaman y cantan.
Dar gracias a los arcangeles por llevar nuestro mensaje ante Dios y apagar la vela.